#Fui al Hospital a visitar a un niño, y me encontré con los cuentos de Maru y Jesús. Años más tarde fui compañero de los maestros. Maru me enamoro. Su voz, su risa, su saber estar... Su magia.
Yo ya tenía su bata de H.I pintada con sus manos de ángel. Me encantaba coincidir con ella contando cuentos, cenas, cafés... Me quedaba embobado con sus palabras. Llegó su enfermedad y aún la humanizó más. Fue un golpe muy duro para mí. Me preguntaba ¿Por qué a ella? Pero el brillo de sus ojos y su magia seguía con ella. Transmitía mucho amor y paz. De mayor Maru quiero ser como tú.
#Maru, ya te ha dejado tu pesado cuerpo volar alto.
Mis lagrimas no son de pena, son lagrimas egoístas por querer retener tu cuerpo para seguir disfrutando de tu bondad, de tu alegría, del cariño que siempre me has trasmitido. Son lagrimas de rabia por no poder volver a abrazarte, ni escuchar tu voz emocionada contándonos mil y una historias sobre tu vida, esa vida tan plena y tan bien vivida.
#Que bonita mi comadrita
#Quizá ahora seas esa mariposa que aletea con suavidad impregnado el mundo con sus hermosos colores.
Un poco hada, una miaja hechicera, para siempre NUESTRA Maru.
#Ella fue capaz, la única que he visto, de transformar ELA en RelaX. Era un milagro estar con ella, paraba el tiempo y su sonrisa lo alegraba todo.
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